Hay conflictos que se ven venir pero, inexplicablemente, no se paran a tiempo. Guerras larvadas en las que el sibilino enemigo va tomando posesión del territorio sin armas bélicas, ante la mirada incrédula de una población que no sabe cómo frenar el atropello. Hasta que un día las bombas detonan y esa población es condenada a vivir una realidad que no por esperada es menos dura.
Hay conflictos que son como esas guerras pero sin serlo. Lugares que no se llaman Ucrania y están más cerca. Tierra que pisamos y amamos: la nuestra.
Hay enemigos invisibles cada vez más visibles. Que añoran, como el “aspirante a Zar”, ese trocito de territorio que les hará más ricos.
Hay “una porción” de Ávila: el Valle del Corneja, que vive esa triste realidad. Parte de sus 1.852 km cuadrados se ven amenazados por un nuevo proyecto minero en vigor. Y ya van tres. Tres proyectos mineros con dos empresas diferentes: una abulense y una almeriense, que pretenden destrozar 4.770 hectáreas para llevarse a otras comunidades la riqueza de nuestros minerales.
El peligro planea sobre Bonilla de la Sierra, Cabezas de Bonilla, Rivera del Corneja, Pajarejos, Casas del Puerto, Becedillas, Casillas de Chicapierna, Tórtoles, Zapardiel de la Cañada, Santa María del Berrocal, Collado del Mirón, Malpartida del Corneja y El Mirón. Cabe preguntarse si parará aquí o la ambición se disparará hacia más pueblos de este bello y emblemático valle que atesora siglos de historia en señoríos como el de Valdecorneja, Villafranca y Bonilla de la Sierra. Un patrimonio de gran valor arqueológico en localidades como Piedrahita, Bonilla, Barco de Ávila, La Horcajada o el Mirón…Y el sello imborrable que dejaron en él personajes como Goya, el Duque de Alba, Juan II, Carlos IV o los obispos de Ávila, entre otros.
Algo puede morir en el Valle del Corneja, y nosotros con él, si dejamos que destrocen nuestra tierra. Tristemente la provincia se ha convertido en el objeto de deseo de aquellos que quieren enriquecerse a cambio de nada. Su “modus operandi”, el mismo en todos los puntos del planeta en el que este tipo de compañías operan: elegir, destrozar, llevar el mineral a otra zona y prometer escasos puestos de trabajo, junto a una restauración que no siempre cumplen. La prueba es evidente en “Peñas Colorás” en Bonilla.
No podemos emular a esos países que ven venir el conflicto y se preguntan cómo nadie hace nada por pararlo. Nosotros somos el Valle del Corneja y todos unidos tenemos la fuerza suficiente para decir al mundo que este no es un lugar de paso en el que todo vale. Y tomar las medidas adecuadas para frenar esos proyectos mineros.
No somos el desecho de España. Somos una provincia: Ávila, que reivindica su lugar en una España a la que tiene mucho por ofrecer. Entre otras cosas el valor de su gente. Es el momento de demostrarlo. No dejemos que algo muera en el Valle del Corneja.
- Las dos primeras fotografías han sido realizadas por Laura Serranos Castilla, la tercera por Carlos Jiménez-Torres
Es cierto. Esa zona y otras como la sierra de ÁVila están siendo amenazadas desde hace años. Y ahora como ha ganado el PP se atreven a entregarla a los depredadores mineros extranjeros. He escrito y publicado mucho sobre ello pero el gobierno es impasible.
Gracias por tu apoyo, Ramón.
Deseo se paralice este proyecto, por el nien del Valle, del hombre y de los animales que habitan alli
Desde Carpio medianero todo mi apoyo en esta lucha,no quisiera que nos contaminasen con sus planes,quiero árboles ,plantas y pájaros me gusta estar allí ,aunque este un poco lejos mucho animo
Gracias Alejandra. Haremos que los árboles sigan creciendo y los pájaros cantando.
Siempre la misma historia, solamente se acuerdan del valle del Corneja para implantar proyectos en los que pretenden esquilmar nuestros recursos, siempre con un fuerte impacto en el paisaje, en los recursos hídricos, socioeconómicos y culturales de nuestra tierra, que pese a sufrir una sangría poblacional sabrá defenderse contra este tipo de agresiones.
Ya podrían traer ideas e inversiones que nos permitan desarrollar nuestra comarca de una manera sostenible, viviendo en armonía con la naturaleza.
Muestra tu rechazo, «NO A LA MINA EN EL VALLE DEL CORNEJA»
Si todos nos unimos no dejaremos
que suceda esto. Ejemplo parecido de lo que se quiere hacer aquí lo tenemos de ejemplo y no muy lejos.
Villavieja de Yeltes (Salamanca), una mina a cielo abierto junto al pueblo, un desastre ecológico y incumplidas todas las promesas que se habían hecho.
Es una preciosidad!!! para que lo destrocen de esa manera.