En la soledad de la noche fría volveré a pasar la hoja del calendario. Un año más que se va. 365 días de vida acumulada a las espaldas de una historia. La mía. La de un pueblo de Castilla y León que pernocta a la luz de las estrellas y despierta al alba. Así sigo el paso de esa vida que se construye segundo a segundo y que, en mi caso, no quiero que se apague lentamente.
El 31 de diciembre, la noche en la que el planeta entero concentra sus buenos deseos, yo quiero, desde este pequeño rincón de Ávila, pensar también en el futuro. Ese que muchos me niegan y que no estoy dispuesto a admitir. No me voy a rendir…
Yo, Bonilla de la Sierra, uno de los pueblos más bonitos de España, junto a “mis hermanos” Cabezas de Bonilla y Pajarejos, reivindicamos ser un poco más protagonistas de vuestras vidas. Que cada hoja del calendario no caiga sin vuestra presencia. Combatir el frío invernal con calor humano. Vibrar con el eco de vuestras risas, vuestras voces, el latir de vuestros corazones…
Queremos que soledad sea solo un nombre de mujer. Que la expresión España vaciada se use para vaciar a la España del interior de pésimas decisiones. Y que nuestros habitantes, esos que dan sentido a nuestra existencia, sean más valorados.
No estamos solos en esta lucha. Junto a nosotros todos los pueblos de España. Y junto a ellos, desde Bonilla de la Sierra, Cabezas, Pajarejos y Ribera del Corneja queremos brindar, en esta noche especial que nos traerá a 2022, por la magia de lo auténtico. Pero, sobre todo, por la esperanza de un mundo mejor, el rural incluido.
Ganaderos, agricultores, apicultores, emprendedores, residentes y propietarios de segundas viviendas… levantemos nuestras copas por un futuro compartido.
Que la felicidad inunde cada minuto de vuestra existencia.
Feliz 2022.
*Foto de Bienve Frutos