Pueblos de Ávila en rojo y negro. El rojo fuego que arrasa a su paso con los sueños de la población. El negro de un paisaje desolador, calcinado. Tan negro como el presente de una España rural herida de muerte.

Ávila lucha contra los incendios en un agosto atroz para la provincia. Desde que comenzó el primero, en El Tiemblo-Cebreros, hasta este momento en el que parece estabilizado el de Navalacruz, el más peligroso en los últimos 30 años, todos hemos sentido el terror de sus habitantes. La impotencia ante el abandono de sus hogares. La huida desesperada de los animales… Pero también el enorme esfuerzo de todos aquellos que han luchado para frenar esta atrocidad. Y la inmensa solidaridad para ayudar a los ganaderos. Una ayuda más que necesaria si tenemos en cuenta el grito desesperado de localidades como Sotalvo, con unos diez kilómetros de sierra, que el fuego ha aniquilado en un 90 %, tal y como reflejan sus habitantes en las redes sociales. Sin pasto, con animales extraviados o muertos, sin flora, sin agua potable al contaminar la ceniza los manantiales, el presente se vuelve, cuanto menos, incierto.

Tras una tragedia siempre llega la reflexión, aunque el daño causado sea imposible de reparar. Tal vez sea un buen momento para hacer examen de conciencia y poner en valor las propuestas que desde la Asociación Sierra de Yemas han planteado: una mayor vigilancia en materia de prevención de incendios. Una mayor limpieza de los bosques. O planes de actuación consensuados con los ayuntamientos, como comentan en un comunicado.

Desde todos los pueblos abulenses hemos compartido el dolor y la angustia vividos. Todos nos hemos sentido uno, al tiempo que nos hemos preguntado qué hacer ante una situación así. Tal vez también sería importante la labor pedagógica desde los consistorios, enseñando a la población “las armas” con las que cuentan en caso de incendio y cómo proceder con las mismas.

En la retina queda la desolación de los pueblos y de lugares históricos como el castillo de “Manqueospese” o el castro de Ulaca pero… la vida empieza hoy y no podemos perder tiempo… Tenemos que reconducir los pueblos de Ávila en rojo y negro hacia la esperanza. La España rural merece algo más que sufrimiento, desolación y abandono…

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